Una mujer cruza deprisa por el paso de cebra sin esperar a que se ponga el semáforo de peatones en verde. Un coche casi la atropella y el conductor toca el claxon frenético. "¡No ves que está en rojo!"-le grita. Ella no lo oye porque en su cabeza solo hay un pensamiento: llegar a tiempo.
El reloj de la torre estaba a punto de dar las 12 del mediodía, hora de su gran cita, la que le cambiaría la vida.
Al pasar por delante del banco sonó un disparo. Cayó muerta al instante. No llegaría nunca.
11.5.10
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