21.5.10

Carta a Miguel Delibes

Querido Miguel:

Te has ido y nos has dejado huérfanos y solos. Vacíos de ti, de tu presencia física, pero has dejado una herencia literaria extraordinaria y mágica.

He disfrutado con tus libros como con ningún otro. Pero han sido tres los que han dejado en mí una huella imborrable: Cinco horas con Mario, El príncipe destronado, y Los santos inocentes.

Estas tres novelas magistrales me han enseñado en momentos puntuales de mi vida cómo vivirla y por eso te estaré muy agradecida siempre.

Además tengo siempre en mi mente tu imagen. Boina, gafas y bastón escribiendo hasta el final tu última obra: la vida de un escritor de Valladolid que nos hizo disfrutar con su buen hacer literario.

Adiós, Miguel. Descansa en paz. Nunca te olvidaremos .

Margarita. Aprendiz de escritora.
El alma que razonar puede
no siente como el corazón
que aquellas cosas que la razón
observa cuando alguien no quiere,
afectan en la cabeza como el dolor.
Amor ingrato, dulce amor,
que mi mente pronto rechaza,
pero en mi sentimiento atrapa,
todo mi ser interior
y de entre mis manos escapa.
El deseo no detiene
el ansia del ser amado,
más nadie de él ha escapado,
pues es irracional cuando viene,
y dulce sentir cuando ha acabado.

Educación

Hablamos de educación de una forma muy frívola.

Hoy en día el profesorado está quemado por tantos obstáculos que debe superar. Y encima está muy mal pagado.

Todos los que no son profesores piensan sólo en los días de "fiesta" que tenemos los que nos dedicamos a la educación, sin pensar seriamente que nuestro trabajo exige un nivel alto de paciencia, de preparación psíquica y física; ni tampoco piensan que nuestro trabajo no acaba a la hora en punto ni en el colegio. No trabajamos en una oficina con horario fijo.

¿Quién de nosotros no ha tenido que preparar clases, corregir exámenes, hablar con padres fuera de horario, asistir a reuniones, (...)? ¿Quién de nosotros no ha tenido que dejarse la voz en una clase porque los alumnos hablan muy alto y no se callan? ¿Quién no ha pedido la baja por depresión porque la mala educación de los niños ha podido más que nosotros?

Esa frase tan antigua pero no por eso menos actual de "pasas más hambre que un maestro de escuela" es cierta al 100%. Se piensa que los profesores cobran "miles" de euros al mes por el trabajo de educar a unos hijos con cuyos padres pasan muy poquito tiempo a causa del trabajo. Esos chicos necesitan no disciplina, sino un poco de cariño y caso por parte de sus padres. A veces nos vienen padres a pedirnos ayuda porque han perdido los papeles con sus hijos. Quieren que no sólo eduquemos a sus hijos sino que les eduquemos a ellos mismos. ¿?

Además poco ayudan los diferentes sistemas educativos que cada Gobierno imagina y produce cada vez que cambia, y que poco a poco nos están volviendo locos de atar. Y mientras tanto, los profesores debemos dedicarnos a nuestro trabajo y al de otros con entrega y pasión, es lo que se nos exige, porque para eso nos hemos preparado, sin quejarnos, porque no tenemos derecho ya que disfrutamos de "un periodo de vacaciones de tres meses, 15 días en Navidad y Pascua, todos los fines de semana y fiestas que tienen los alumnos y además cobramos un sueldo que el Gobierno, no solo debe congelar sino reducir"

Y... ¿quién da más?

11.5.10

Una cita importante.

Una mujer cruza deprisa por el paso de cebra sin esperar a que se ponga el semáforo de peatones en verde. Un coche casi la atropella y el conductor toca el claxon frenético. "¡No ves que está en rojo!"-le grita. Ella no lo oye porque en su cabeza solo hay un pensamiento: llegar a tiempo.

El reloj de la torre estaba a punto de dar las 12 del mediodía, hora de su gran cita, la que le cambiaría la vida.

Al pasar por delante del banco sonó un disparo. Cayó muerta al instante. No llegaría nunca.