26.9.11

A mi Madrina

Otra vez me he quedado sin uno de mis cariños. No me hago a la idea de que nunca más la volveré a ver. Ya hace cinco meses de la muerte de mi madrina y aún espero que me llame para regañarme porque no la llamo. La echo de menos.
Cuando murió mi madre, ella estuvo ahí, siempre que la necesité. Sin embargo, tanto se parecía a ella que siguió su mismo camino, y murió de lo mismo, a la misma edad y también un viernes.
La quise como a mi segunda madre que era. Reíamos siempre que hablábamos, me contaba sus cosas y yo le hacía reir. Al final, triste final, ella murió fuera de su casa, inconsciente de su próxima muerte, pero acompañada de sus seres queridos.
Quise escribir esto poco después de su muerte sin ser consciente de lo mucho que me había afectado. No pude. Ahora gracias al tiempo que ha pasado puedo expresar lo que siento aunque con lágrimas en los ojos pero con el corazón lleno del amor que me dio mientras vivió.

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