Estimada sra Grandes:
Ha llegado hasta mí un escrito suyo titulado "Mentira podrida" en el que usted alaba la alta calidad de la enseñanza pública menospreciando la de la privada. O eso es lo que me ha parecido entender. En ese escrito usted afirma lo siguiente: "En los colegios privados y concertados suelen enseñar, como norma general, docentes que no han logrado entrar por oposición en la escuela pública", dando a entender que ese es el motivo por el cual los colegios privados y concertados son inferiores en calidad educativa que los públicos; además de ofender a todos aquellos profesionales que no dan clase en un instituto porque no han hecho oposiciones.
Me he sentido profundamente ofendida porque yo soy uno de esos profesionales que han dado toda su vida clase en colegios privados y concertados. No he hecho oposiciones porque no he querido ni quiero hacerlas porque creo firmemente que la educación no es privada ni pública, y que un buen profesional lo es siempre esté donde esté. La calidad de la enseñanza está en el individuo que imparte clases con vocación y honestidad por su trabajo.
Usted no ha oído conversaciones con profesores de la pública que han afirmado que ellos trabajan allí porque se gana más dinero y se trabaja menos horas. Ni ha visto abandonar su puesto de trabajo en un colegio privado dejando "colgados" a compañeros y alumnos de un día para otro porque le han llamado de un instituto porque allí se trabaja menos. ¿Dónde está la vocación? En la privada la diferencia de convenio es importante, incluso con la concertada. Se trabaja mucho y se cobra poco. Pero muchos de nosotros aún trabajamos pensando en el trabajo que podemos hacer por unas personas que tienen que aprender a manejarse y que son nuestro futuro.
La privada tiene el número de alumnos por clase reducido, por lo que se puede hacer un seguimiento más personal del alumno. Creo que es un buen motivo para optar a ese tipo de educación. El personal que trabaja tiene los mismos estudios que uno de la pública, ha ido a la Universidad, ha estudiado tres o cinco años y ha hecho todos los cursos y cursillos habidos y por haber. La única diferencia son las oposiciones. Este tipo de examen no te valida para que seas un buen profesor, lo mismo que una oposición a juez no te hace actuar con justicia, sólo te habilita para ser profesor de un instituto.
Por favor sra Grandes, antes de hacer según qué afirmaciones procure informarse bien, como supongo que hará usted cuando quiere escribir una novela o uno de sus relatos. O como hago yo cuando quiero explicar a mis alumnos lo buena escritora que es usted.
Un saludo.
M.G.
18.3.12
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