13.9.08

Mi querido Alfredo

Hace 40 años un gran hombre cogió a su familia y salió de su Cuba natal sabiendo que iba a ser para siempre. Sin saber lo que le depararía el futuro, se vino a vivir a España, de donde sus antepasados eran originarios, para iniciar una nueva vida con su esposa y sus tres hijos.

Y llegó a Mallorca; trabajó duro para establecerse en una tierra no tan extraña que le acogió como a uno más. Se ganó a pulso su nacionalidad de español pero nunca olvidó de dónde venía. Siempre llevaba a Cuba en su pensamiento y en su corazón.

Hoy, día 12 de septiembre, Alfredo nos dejó para siempre. Murió un hombre íntegro y elegante, entregado a todos, pero principalmente, a su familia, en la que nos acogió cuando mi hermano unió su vida a la de su hija pequeña.

Su cariño me llegó muy dentro, y, aunque no nos veíamos asiduamente, voy a echar de menos su presencia.

No estoy triste porque se haya ido . Estoy alegre por haberle conocido y porque su huella quedará en mí para siempre.